sábado, 14 de febrero de 2009

Tipos de presas

De la definición de presas hemos adoptado, se desprende que las presas son estructura cuya razón de ser se funda en la condición de que el agua que retiene se utilice con dos finalidades alternativas o simultaneas:
· Elevar su nivel para poder conducirla.
· Formar un depósito que retenga los excedentes hídricos, para poder compensar luego los periodos de escasez, o para amortiguar (laminar) las crecidas.

Esta condición de producir un embalse, hace que el agua retenida ejerza un empuje de gran entidad sobre la estructura, siendo esta la mayor solicitación para que deba diseñarse la obra. La otra característica básica es que el agua penetra en todos los intersticios provocando presiones indeseadas dentro de la misma estructura, las que deben ser localizadas para diseñar la presa de manera que pueda resistirla.
De este análisis resulta la forma y los materiales que el proyectista considera más aptos para cada caso.

Presas de materiales sueltos.
Son aquellas en las que materiales provistos por la naturaleza no sufren ningún proceso químico de transformación, siendo tratados y colocados mediante procedimientos de compactación propios de la mecánica de suelos. En su composición intervienen, piedras, gravas, arenas, limos y arcillas, siendo denominadas como presas de escollera cuando más de 50% del material esta compuesto por piedra y presas de tierra con son materiales de granulometrías más pequeñas.
Cuando todo el material que componen las presas de materiales sueltos tiene las mismas características, se denominan homogéneas, pudiendo tratarse de materiales más o menos impermeables. O bien pueden ser heterogéneas, que son las más comunes, cuándo se colocan diferentes materiales zonificados, con núcleo impermeable y materiales más permeables a medida que nos alejamos del centro de la presa.
La impermeabilidad puede lograrse también mediante pantallas o diafragmas. Estas variaciones pueden presentarse mediante configuraciones que se integren con distintas participaciones de las diversas características mencionadas.


Presa de gravedad:
Las presas de gravedad pueden ser macizas o aligeradas. De estas últimas las más conocidas son las de contrafuertes verticales que se unen hacia aguas arriba para “sostener” el agua y recibir su empuje.

Presa en arco:
Las presas en arco pueden ser de curvatura horizontal o de doble curvatura conocidas como bóveda o cúpulas.

Presas de fabrica:
En general se trata de presas de hormigón, en cuya composición interviene cemento, piedras, gravas y arenas, en proporciones variables según el tipo de estructura y las partes de las mismas que se trate.
Aunque las presas de gravedad pueden ser de hormigón o de materiales sueltos, suele denominarse de gravedad a las primeras. Las presas de arco como son sumamente esbeltas y trabajan por forma son de hormigón.


Fuente: Texto “Aprendiendo a convivir con las presas”
ORSEP (organismo regulador de seguridad de presas).

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